El Gobierno nacional anunció este jueves la eliminación de las retenciones a las economías regionales y una reducción significativa en los derechos de exportación de los principales cultivos hasta junio próximo. El anuncio se produjo apenas dos días después de que los gobernadores de la Región Centro –Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos)– se reunieran para realizar un pedido conjunto y urgente en defensa del sector agropecuario.
El ministro de Economía, Luis Caputo, fue el encargado de comunicar la medida desde la Casa Rosada, destacando que esta decisión responde al impacto de la sequía y la caída de los precios internacionales que afectan a los productores. “Este gobierno vino a bajar impuestos”, afirmó Caputo, quien además subrayó que la medida es temporal y regirá desde el lunes próximo hasta fines de junio.
Detalles de la medida
La reducción incluye a cultivos clave como la soja, el trigo, el maíz, la harina, la cebada y el girasol, entre otros. Los nuevos porcentajes de retenciones serán:
Soja: del 33% al 26%.
Derivados de soja: del 31% al 24%.
Maíz, trigo, sorgo y cebada: del 12% al 9,5%.
Girasol: del 7% al 5,5%.
El rol de la Región Centro
El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, como presidente de la Región Centro, tuvo un rol protagónico en el reclamo conjunto que los mandatarios provinciales llevaron al Gobierno nacional. Durante la reunión, los gobernadores señalaron la urgencia de implementar medidas concretas para aliviar la presión fiscal sobre el sector agropecuario y reactivar las economías regionales.
“El campo es motor del desarrollo de nuestras provincias y del país entero. Esta medida es un avance, pero seguiremos trabajando para que las políticas sean sostenibles en el tiempo”, sostuvo Pullaro tras conocerse el anuncio.
El contexto
La medida también encontró al presidente Javier Milei en Davos, participando del Foro Económico Mundial, desde donde respaldó la decisión del Ministerio de Economía. Según Caputo, la reducción de retenciones es una señal de apoyo al campo en un contexto crítico, aunque admitió que las limitaciones fiscales impiden que esta decisión sea permanente.
Con este anuncio, el Gobierno busca aliviar la carga impositiva del sector agropecuario mientras abre un espacio de diálogo con los actores de la cadena productiva, destacando la importancia de una mayor competitividad para el desarrollo económico.