Mientras en la Clínica Parque de Rosario, Fernando Visconti, un joven empleado policial de Vera, le pelea a la leucemia y a la muerte, luego de gastar sus últimas energías en una autorización judicial para que la Obra Social le entregue sus medicamentos, la Subdirectora de las Regionales IV y V de IAPOS, MIRIAN ADRIANA FALÓTICO “se” autorizó una cirugía estética por un costo de 200 mil pesos, en la misma clínica.
En un contexto de recortes absolutos en IAPOS, mientras centenares de afiliados sufren por las trabas que les impiden acceder a sus sillas de rueda o se los obliga a una montaña de trámites burocráticos para recibir tratamientos elementales como la diabetes; o esperan meses para se les autoricen cirugías en clínicas que no reciben sus pagos al día; o sufren porque les anuncian que no serán reconocidas las internaciones en la terapia intensiva del norte provincial; o no les pagan las deudas a las casas de sepelios que anuncian la quita de servicios; o no le reconocen el transporte a las personas con discapacidad o, finalmente, como en el caso de Fernando, directamente le rechazan la autorización para el único medicamento que su médico le prescribe para tener alguna esperanza de vida, en ese contexto, la Subdirectora de IAPOS, se hizo pagar una “lipoaspiración”, para reparar estéticamente su abdomen, con una velocidad impropia de ningún otro trámite.
La historia es muy sencilla. En agosto de 2021, Mirian Falótico, solicitó un presupuesto a la Clínica Parque para realizarse la cirugía. Su cirujano lo expidió con detalles y fijó un precio final de 200.000 pesos. En septiembre, apenas dos semanas después de obtenido el presupuesto, la paciente se realizó la operación de “succión” de las materias grasas de su abdomen y en diciembre, la Obra Social se encargó de pagar cada uno de los pesos que la Clínica había presupuestado, sin que mediara ninguna traba en el trámite.
Expeditivamente, la Subdirectora de Prestaciones del IAPOS, con autoridad en las Regionales IV y V, se operó. Y por su rango y especificidad en el cargo, debió haber firmado la orden o al menos la vió pasar, para concretar su sueño de lucir una panza lisa en el verano que se acercaba.
Falótico es empleada de planta de IAPOS, pero milita en ATE. En la última elección de la Comisión interna de la Obra Social, fue candidata a Vocal por el sector que conduce Jorge Hoffmann. Apenas asumida la actual gestión, fue confirmada en el cargo que ya ocupaba a cargo de ambas regionales, en la que se destacó por protagonizar algunos actos públicos, como la inauguración de la sede de Funes, en el Departamento Rosario.
La publicación no demoró en viralizarse y en levantar el enojo de centenares de afiliados que comparten sus problemas y obstáculos para recibir las prestaciones elementales, mientras observan como una funcionaria se sirve de los recortados recursos de la Obra Social para mejorar su estética.
La pregunta es la misma siempre: ¿lo hizo por mera convicción de impunidad y abusó de sus funciones, o carece del mínimo sentido común para advertir el contexto en el que planificó su leve rejuvenecimiento abdominal?
En cualquiera de los casos, se espera alguna explicación por parte de las autoridades del Ente, o de la propia Falótico. Alguien debe explicar lo ocurrido y tomar las medidas que correspondan. Es un pequeño escándalo, uno más, en un lugar donde se definen los destinos de la vida de miles y miles de personas. Algunas que penden de un hilo y que soportan los obstáculos de la burocracia y los recortes, en lugar de concentrarse exclusivamente en pelearle a la muerte, sin este tipo de complicaciones extras.
Fuente: Coni Cherep