Martín Alcides Tomé, 33; y su madre, Susana Haydeé Fernández, 63, fueron condenados por el homicidio de Gladis Beatriz Altamirano, asesinada cuando tenía 43 años, en la madrugada del 16 de febrero de 2020.
Gladis, Susana y Martín, vivían juntos, y desde el origen de la investigación se sospechó que la mataron porque querían quedarse con la casa que compartían como familia, en calle 27 al 312 de la Ciudad de Las Toscas, donde fue el crimen.
Ambos admitieron la participación en el hecho, la calificación y la pena impuesta mediante un procedimiento abreviado, acordado por las partes y avalado por la jueza penal Claudia Bressán, en sendas audiencias celebradas el 10 de marzo de 2022 en los tribunales de Las Toscas.
Martín Alcides Tomé,fue condenado como autor material y penalmente responsable del delito de homicidio de su tía, Gladis Altamirano, imponiéndole la pena de ocho años de prisión de efectiva ejecución, conforme a los artículos 45, 79, 12, 70 y 41 del Código Penal Argentino. Para él, la jueza le recomendó al Servicio Penitenciario que tenga en cuenta su pedido, de que quiere estar en una cárcel cerca de su madre, quien cumplirá la condena en Reconquista (ver más abajo). Esta condena fue acordada por el abogado defensor Gabriel Micheloud (en este acto representado por su colega, Marcelo Roldán) y el fiscal Juan Carlos Koguc (representado por su colega Norberto Ríos).
Susana Haydeé Fernández,fue condenada como partícipe secundaria en el homicidio doloso, imponiéndole la pena de cuatro años de prisión de efectiva ejecución, bajo modalidad domiciliaria, la que se efectivizará en la Casa de Mujeres que el Hogar del Buen Samaritano tiene en el Barrio General Obligado de la Ciudad de Reconquista, si es que consigue cupo; mientras tanto, permanecerá en la Comisaría de Nicanor Molinas, donde está alojada.
Esta condena firmada por la jueza penal Claudia Bressán, fue acordada por la defensora pública Silvia Zabala y el fiscal Juan Carlos Koguc (representado en esta audiencia por su colega Norberto Ríos).
La defensora solicitó a la jueza Bressán que restituya los celulares para que la condenada pueda continuar con los estudios que está realizando, a lo que la magistrada contestó que eso deberá ser peticionado al juez de la ejecución penal.
Vale recordar que en el inicio de la investigación, el Ministerio Público de la Acusación había imputado a Susana Fernández, ser partícipe primaria del homicidio que cometió su hijo Martín Tomé, pero producto del acuerdo, le rebajaron la calificación como partícipe secundaria.
Los hechos imputados:
Según evidencias del fiscal, el crimen ocurrió en la vivienda de calle 27 al 312 de la ciudad de Las Toscas, lugar donde vivían Susana, su hijo Martín y la víctima: Gladis Altamirano. Los tres convivientes, más la novia de Martín, una chica de 15 años, cenaron el sábado 15 de febrero de 2020 y luego de la sobremesa, a la hora 00:30, Martín y su novia se fueron al boliche bailable donde estuvieron con amigos, entre ellos Walter y Rubén. Cerca de las 04:30 horas, Martín le pidió a Walter que se quede “un ratito” con su novia, que él se iba al baño, mientras se frotaba el estómago, fingiendo una urgencia. Era parte de la coartada, porque en realidad Martín se fue a su casa donde mató a Gladis, en complicidad con su madre.
Susana hizo salir a Gladis al patio mediante engaño y allí la sorprendió Martín pegándole de sorpresa con un caño de escape en la cara, lo que fracturó huesos. La hizo caer hacia adelante y luego le asestó otro golpe rompiendo el cráneo con pérdida de masa encefálica. Fatal. Allí quedó muerta Gladis y los autores montaron un escenario para denunciar un homicidio en ocasión de robo.
Mientras Martín se lavaba las manos y la cara y se cambiaba las zapatillas y la remera, llegó su novia preocupada porque este había desaparecido del boliche. La menor fue interceptada por Susana, quien le mintió que Martín ya se había vuelto al boliche, y le pidió que le lleve el celular y que le saque el chip. Camino al boliche se encontró con Martín, quien estaba visiblemente nervioso. Le preguntó qué pasaba, y le respondió que “nada”, que ya estaba todo solucionado, que tuvo un problema, pero que un policía lo ayudó a solucionarlo.
Susana se quedó en la casa con el cadáver de su pariente en el patio, y a las 05:45 am fue a la casa de su vecina y pariente, Marta Baello, a quién le dijo que la acompañe, avisándole que Gladis estaba muerta, que habían asaltado la casa, robaron y la mataron. Marta -con miedo- no se animó a acompañarla y llamó a la policía, que llegó rápido, mientras que otro móvil fue a buscar a Martín y a su novia.
A las 08:00 am el fiscal que estaba de turno, Juan Carlos Koguc, ya sospechaba de madre e hijo y dispuso que ambos queden demorados; y desde las 23:45 del mismo día ya pasaron a la condición de detenidos.
Los investigadores reunieron varios testimonios coincidentes de que Susana y su hijo Martín querían que Gladis abandone la casa; incluso hay testigos que son allegados a Martín que contaron que este buscaba a alguien para asustarla para que se vaya de la casa. Como no conseguían el objetivo, la mataron esa madrugada del domingo 16 de febrero de 2020.