Gran repercusión generó la charla sobre Malvinas que se dio en las instalaciones de la biblioteca popular José Manuel Estrada organizada por el bloque de concejales del frente de todos Darío Vega y Nelson Sánchez
En este caso La charla que fue brindada por HECTOR ORTEGA: Profesor en geografía e investigador de la Fundación Soberanía y Memoria. Asesor del Ministerio de Gobierno de Chaco en Políticas Soberanas. y HECTOR FERNANDEZ: Médico cirujano, Veterano de Guerra de Malvinas, tesorero de la Fundación Soberanía y Memoria. Comenzó a las 20 horas y duro hasta pasadas las 23, los disertantes ya habían expuesto sobre este tema por la mañana, en el colegio José Manuel Estrada para los jóvenes de cuarto y quinto año, y por la tarde en la escuela técnica para los jóvenes de quinto y sexto año. En la noche, a las 20 horas, comenzaba esta interesantísima charla en el sum de la biblioteca, el cual se encontraba colmado de gente, realmente llamó la atención la gran cantidad de concurrentes, quiénes se fueron realmente satisfechos con la charla que término pasada las 23 horas.
A continuación vamos a compartir parte de lo que contaron los exponentes en la biblioteca José María Estrada en este caso el testimonio crudo pero real de Héctor Waldemar Fernández Finos, quien relata lo que muy pocos conocen de Malvinas.
Malvinas, memoria, verdad, justicia y soberanía: la deuda pendiente de la Argentina
Si hay algún lector cuya sensibilidad no le permite enfrentar las verdades de la historia, no recomiendo esta lectura.
En un nuevo aniversario del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, día en el que se conmemora en Argentina a las víctimas de la última dictadura militar, que derrocó al gobierno constitucional legítimamente constituido el 24 de marzo de 1976 y gobernó al país hasta el 10 de diciembre de 1983, y fue sin dudas la dictadura cívico militar más trágica y sangrienta de nuestra historia.
Tantas cosas han pasado en esos infaustos años. Desde el primer momento del golpe de estado, las primeras acciones fueron desnacionalizar las instituciones democráticas del país. La primera víctima de este ilegítimo gobierno fue la Constitución Nacional, el Congreso de la Nación y los Derechos Humanos (DDHH), que fueron violados impune y sistemáticamente durante todo el periodo que duró el autoproclamado Proceso de Reorganización Nacional.
Seguramente se preguntarán, ¿qué relación tiene Malvinas, la guerra, con el gobierno de facto?
Veamos. En 1980 los jóvenes de 18 años habían sido sorteados para el Servicio Militar Obligatorio, de los cuales muchos fueron incorporados en 1981, otros al año siguiente.
Recordemos que eran momentos muy difíciles en la vida de las argentinas y argentinos, donde la violación de los DDHH era algo cotidiano, cuando preguntábamos por lo que ocurría solo nos respondían -POR ALGO HABRÁ SIDO, ALGO HABRÁ HECHO, NO TE METAS-, teníamos 18 años.
Ya incorporados al servicio militar, que era como un -Gran Caldero- un lugar donde confluyen jóvenes de todo el país, de distintas religiones, distintas culturas. distintas posiciones sociales, que una vez juntos conformarán grupos de amigos, casi hermanos que una vez concluido en muchos casos jamás nos volveríamos a encontrar, mientras tanto, la gran mayoría prácticamente ignoraba lo que ocurría fuera de los cuarteles.
Finalizado el primer trimestre de 1982, el gobierno de facto, ilegítimo, pretendió legitimarse y perpetuarse en el poder. ¿Qué hicieron? Utilizaron el sentir más profundo de las argentinas y argentinos, el corazón malvinero. Entonces, el 2 de abril nos despertábamos con la noticia de haber recuperado nuestras amadas Islas Malvinas. El pueblo acudió a las plazas a expresar su tremenda alegría.
Solo le importaba al gobierno preservarse y nos llevaron a combatir contra la OTAN, sin estrategias ni planes, mucho menos organización, y esto produce la otra guerra, la interna dentro de las Islas, donde muchos jefes no respetaron los DDHH, de los conscriptos.
Para los soldados afectados de manera directa al conflicto la felicidad duró muy poco, hasta el 1 de mayo, cuando la realidad de la guerra se hizo presente mostrándonos la verdadera cara con los primeros compañeros muertos y /o heridos fue lo impactante, pero también en la oscuridad de las noches, en soledad, muchas veces afloró en los pensamientos los recuerdos. ¿Cómo la estarían sufriendo nuestros padres? Pero sobre todo muy preocupados por la angustia y el dolor de nuestras madres.
La planificación estratégica no existió. Ejemplos son, llevar soldados de las regiones más cálidas al crudo frío de Malvinas, no prever lo más básico para la tropa, comida y equipos adecuados para la zona de combate, además de no tener en cuenta ante quienes nos íbamos a enfrentar, a la coalición más fuerte del planeta, la OTAN.
Muchos conscriptos han sufridos violaciones a los Derechos Humanos, como torturas, vejaciones, sometimiento a servidumbre, negándose el derecho a la vida, el derecho a la integridad personal, tratos inhumanos, crímenes de guerra, no se respetó el derecho a la libertad de religión y opinión política.
Todas estas vejaciones se trata de ocultar, sistemáticamente son negados y se descalifica con tanto énfasis a aquellos que pretender contar lo vivido, a los que denuncian estos hechos (ya reconocidos y ocultado por las FFAA) tratándolos de traidores y/o cobardes, o que los reclamos son por intereses económicos, los negacionistas lo manifiestan en cuanto acto o medio que esté a su alcance, un ejemplo es lo dicho en el acto del día del ejército el 29 de mayo del 2019, por el exjefe de Ejército Pasqualini, ///…Ciertas imputaciones pretenden echar sombra sobre el heroísmo de nuestros combatientes, todos dieron lo mejor de sí en defensa de nuestras Islas…///
Sin dudas el hambre fue el gran disparador de los vejámenes y torturas que han recibido muchos conscriptos, donde el estaqueo a la intemperie era lo común, llegando incluso al enterramiento de los soldados, espalda contra espalda en un pozo, como castigo por conseguir comida.
La forma más común era carnear una oveja, habilidad natural de nuestros soldados provenientes de las áreas rurales, que muchas veces tuvieron que ingerirlas crudas. Nuestros conscriptos fueron torturados por pretender comer para sobrevivir, pero cuatro compatriotas no tuvieron esa suerte, fallecieron por desnutrición y lo peor y más triste fue que había galpones de comida a no más de 400 metros de donde ocurrieron estos hechos.
Hubo casos de combatientes que quedaron estaqueados durante el bombardeo, tampoco de esto se habla. Es decir que, para las FFAA, tenía más valor una oveja que la vida de sus soldados.
No fueron las únicas causas de torturas también las hubo por religión (judíos) y por pertenecer a pueblos originarios, esto también forma parte de la funesta guerra a la que nos han llevado para intentar salvarse el gobierno de facto y sus responsables. También en el mismo momento en las costas patagónicas ocurrían hechos similares de torturas, es decir que no fueron hechos aislados como pretenden hacernos creer, formaba parte de “su” plan, de “su” cultura, no respetar a los DDHH, todos estos hechos se pretenden ocultar.
La verdadera historia de Malvinas recién se comienza a escribir, después de muchos años. Hoy, muchos ya sexagenarios, en la curva descendente de la vida han perdido el temor para contar lo vivido, siempre se escuchó una sola parte de la historia, una sola “campana” y se trató…se trata de ocultar la otra, pero no será para siempre
La sociedad no debe desconocer lo que le ha pasado a nuestro hermano chaqueño, Rubén Asencio, al cual lo torturaban por ser indio, perteneciente a la etnia Moqoit, oriundo de Villa Berthet, provincia del Chaco.
Rubén pedía que siempre recuerden lo que vivió en Malvinas: “me estaquearon por ser indio, para ellos mi vida no valía nada. Decir la verdad no me puede ofender, soy argentino y fui a defender mi país, nunca dudé de que esto fuera así”.
Los que tuvimos el privilegio de conocerlo y contar con su amistad y confianza, entre sus pausas y silencios siempre nos ha dicho, no tengan vergüenza de decir que me estaquearon por ser INDIO, no tengan miedo de decirlo, fue por eso. Rubén siempre nos pidió que lo relatáramos así, para que todos entiendan.
Fue atado de pies y manos sobre las piedras, abrigado solo con un pantalón y una remera de algodón de frente al frío y la llovizna. Rubén de grande pudo cumplir un sueño de ir a la escuela para aprender a leer, escribir y a ampliar su horizonte de palabras en castellano para poder contar su historia.
Rubén Asencio.
Denunció malos tratos y torturas en Malvinas desde 2007, pero el destino de la vida te llevo junto a tus ancestros el año pasado (2021) y no pudiste recibir el acto de justicia que te merecías y siempre esperaste durante 39 años, por los lamentables vericuetos legales de la injusticia. Triste muy triste historia, ser torturado por pertenecer a un pueblo originario. Por ser Indio como el lo decía.
Como Rubén hay muchos conscriptos…son tantos otros nombres…que hoy a 40 años siguen esperando la ansiada justicia.
¿Cuántos años más deben pasar para que puedan recibir el ansiado acto de justicia?
Reconocimiento que se merecen por haber perdido el miedo y relatado lo vivido a los 19 años durante la guerra, por no haberse callados, donde tuvieron dos enemigos, en frente al inglés, y atrás al peor de todos, el enemigo interno los propios jefes. También es justo aclarar que no todos los jefes torturaron a los conscriptos, pero para poder valorar a los que cuidaron a sus soldados hay que castigar a los responsables.
Argentina tiene una gran deuda pendiente con MALVINAS, LA MEMORIA, LA VERDAD, LA JUSTICIA Y LA SOBERANÍA, por el futuro de la Patria y las gloriosas instituciones de Belgrano, San Martín y de todas las que defendieron a nuestra nación.
Gloria y honor a los héroes de nuestra nación, a los 632 caídos en la guerra de Malvinas, Respeto y admiración a las Madres de la Patria.