LOSADA LE PIDIO A SUS ALIADOS QUE NO VAYAN A LA REUNION POST ELECCIONES, PERO NO LE HICIERON CASO Y FUERON IGUAL

Bajó del escenario, atravesó las cámaras y, para el gran público, desapareció. Carolina Losada se recluyó en su intimidad tras la contundente derrota que le propinó Maximiliano Pullaro en las PASO provinciales del domingo pasado. Recién retomó la actividad política, de manera privada, el jueves, en una reunión en la que les planteó a sus aliados que no había que ir al encuentro de todos los partidos de Unidos para Cambiar Santa Fe que se realizaría a la mañana siguiente. Su propuesta no prendió en ninguno de los otros espacios políticos que la acompañan, pero la senadora se mantuvo en su postura y pegó el faltazo.

El asado del jueves por la noche reunió a las principales figuras de la campaña de Losada. Se juntaron en la casa del diputado provincial Julián Galdeano la propia senadora, su compañero de fórmula, Federico Angelini; Dionisio Scarpín, Mario Barletta y el candidato a intendente de Rafaela, Leo Viotti, entre otros. Pablo Javkin no fue, pero envió a dos de sus laderos más cercanos: el diputado Ariel Bermudez y Mariano Roca, presidente de CREO, el partido del alcalde. Nadie coincidió en que no había que prestarse a la primera foto de unidad post PASO.

Los argumentos de la senadora apuntan a los coletazos de sus fuertes ataques, que tensionaron al máximo la disputa con Pullaro: según expresó, siente que, de prestarse a la foto, hubiera traicionando a sus votantes, contradiciéndose a sí misma. “Si perdés, tenés que ir, así como tendría que haber ido Pullaro si la que hubiese ganado fuese ella”, apuntó uno de los comensales. Evidentemente, si el plan de Losada es que el sector que se aglutinó detrás de su precandidatura siga funcionando como un bloque, falló en su primer desafío.

El disenso se vio reflejado al día siguiente. A Metropolitano, lugar elegido por el losadismo para sus principales actos de campaña y, ahora -casi una provcación-, elegido para el primer acto de Pullaro como candidato de Unidos, fueron casi todos: Angelini, los precandidatos losadistas a intendente de Rosario y Santa Fe, Javkin y Juan Pablo Poletti, ambos ganadores de sus internas, y los presidentes de los partidos que la secundaron. Solo se ausentaron Scarpin, por un compromiso personal, y Galdeano.

La grieta atraviesa incluso el equipo más cercano a la exprecandidata. La diputada Germana Figueroa Casas y Soledad Ruiz de Galarreta, por ejemplo, estrechísimas colaboradoras de Losada, asistieron al encuentro de Unidos. Es cierto que Ruiz de Galarreta juega de local en Metropolitano -su marido, Jorge Cura, maneja el lugar-, pero también lo es que ambas quedaron algo heridas por el cierre de listas: A Figueroa Casas le bajaron su precandidatura a intendenta de Rosario y Ruiz de Galarreta quedó en un lugar poco expectante de la nómina para la Cámara de Diputados.

Una semana después de las elecciones, la postura tomada por la senadora pone el foco en una incógnita: ¿cuándo se hará la esperada foto de unidad entre Pullaro, Mónica Fein y Losada? Más: ¿la periodista se prestará a eso antes de las generales? En su entorno no se apuran. “Por ahora, el contacto es formal; en su momento tendremos más contacto”, avisan. “Él (Pullaro) está midiendo el escenario y nosotros también; cada uno hace su juego, cada uno con sus tiempos, paso a paso”, agregan. “Por 15 días va a pasar eso, es natural”, insisten.

En el asado del jueves hubo también una autocrítica que versó en torno a lo que se filtraba desde el equipo de campaña de Losada antes de la elección: el desorden y las internas entre el ala política y el ala comunicacional. “Nos enfrascamos en criticar a Pullaro y nos olvidamos de decirle a la gente lo que queríamos hacer”, sumó un colaborador. Sin embargo, el losadismo esperaba un resultado mucho más cerrado. De hecho, el plan era festejar sin números oficiales para después presionar en el escrutinio definitivo. La holgada victoria pullarista no lo permitió.

No fue la única reunión de la que participó Losada en las últimas horas. “Está muy bien, está activa, nos pusimos mal, pero ya está, miramos para adelante”, dicen en su entorno. El viernes por la tarde, por ejemplo, encabezó otro encuentro, esta vez con el galdeanismo rosarino. El lunes tendrá una cena con fiscales y colaboradores, “en agradecimiento por el trabajo realizado”. Sin embargo, los gestos políticos fuertes tendrán que esperar. Al menos los de la periodista. Sus aliados ya movieron.

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