A las 23:30 horas del martes 9 de enero del 2024 comunicaron el fallecimiento de Xiomara Ailén Vallejos.

Tenía 3 años y permanecía internada en la unidad de cuidados intensivos pediátrica (UCIP) del Hospital de Reconquista donde fue ingresada por su madre de 32 años con “politraumatismos y trauma craneoencefálico grave” producto de maltratos que había sufrido.

Esto lo había confirmado el pediatra Nito Mansur en diálogo con medios de la ciudad, precisando que la menor presentaba convulsiones a raíz de un “hematoma subdural” que tenía en la cabeza, por lo cual debieron intervenirla quirúrgicamente en la tarde del mismo lunes.

Pese a la exitosa cirugía que realizó la Dra. Soledad Gamarra, del staff Neurocirugía, la niña estaba hospitalizada, atravesando el postoperatorio neuroquirúrgico con riesgo de vida, asistencia respiratoria mecánica, “sedación analgésica y drogas para mantenerla hemodinámicamente estable”.

Al examinar a la menor, para los profesionales fue “evidente” el maltrato que sufría, e “indagando a la madre, se aclaró el panorama”.

Le detectaron “signos de violación” y “lesiones en todo el cuerpo” que aún quedaban por evaluar si eran recientes, ya que notaron que su formación física correspondían a una niña que estaba previamente sana.

“Es criminal lo que hicieron con esta nena realmente”, lamentó Mansur durante la comunicación con los medios.

El sospechoso de haberle causado estas lesiones es su padrastro y quedó detenido a las 11:50 del martes 9 de enero, por orden de la fiscal de turno, Dra. Georgina Díaz, en el marco de una causa que fue caratulada como “homicidio calificado (por ensañamiento, alevosía, etc.)” tras el fallecimiento de la niña.

Se llama Bruno Luis Martínez, tiene 23 años y estaba domiciliado en la Casa 23 de la Manzana 4 del Asentamiento Oeste del Barrio Virgen de Guadalupe, donde convivía con su madre Blanca de la Cuesta.

Tanto la delegada de Niñez, Adolescencia y Familia de Reconquista, Cynthia Pellegrini, como la directora municipal de Desarrollo Social, Leticia Monjes, confirmaron que no hubo denuncia previa alguna. Su intervención comenzó luego de que recibieran el aviso desde el hospital, a las 13:40 horas exactamente del lunes.

Se corroboró que la menor víctima tiene una hermanita de 7 años, y ambas vivían con su madre en la misma vivienda con Martínez.

La de 7 años fue reubicada con un familiar directo y, según lo que manifestó la madre en el momento, está en pareja con Martínez desde que su hija más pequeña tenía un año.

“Es una chica que tampoco tiene muchos recursos simbólicos, no sabe leer”; y si bien informó que no posee certificado de discapacidad ni cobra pensión por discapacidad, amerita que se le practique algún tipo de informe en relación a su salud mental; además que “las niñas tienen solamente la filiación materna, solo están reconocidas por la mamá, no se sabe quién es el papá”, fue lo que informaron las dos profesionales que intervinieron.

Por otra parte, los familiares dijeron que, desde que ellas se mudaron al Barrio Guadalupe, no han tenido contacto con la madre ni con las niñas.

FUENTE: ReconquistaHOY